Vegadeo 1948.
Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid, ejerció de profesor en varias universidades españolas.
Columnista, tertuliano, director de revista, pero sobre todo, visceralmente escritor y veigueño.
Julio Vijande Vázquez es, sin duda alguna, un referente imprescindible en la historia del fútbol veigueño. Los que tuvimos el privilegio de verle jugar, somos unos afortunados.
Otro de los esforzados futbolistas que hicieron historia en aquel Vegadeo F.C. de hace cincuenta años, es Julián Castaño Pérez. Jugaba de extremo izquierdo y era nuestro Gento local. Aunque de pequeña estatura, rápido como una centella, fue siempre un fuera de serie en el regate corto. De ahí que Luís de Eulogio, en su caricatura, le dibujase alas en los pies.
Los pecheros de esta tierra, o sea los plebeyos obligados a pagar los tributos, somos incombustibles. Unos supervivientes que llevamos en nuestro mapa genético el rigor de las desdichas. Los mismo burros, con diferentes albardas, desde hace siglos.
Insigne Pastor. Hace unos días estuvo su señoría en España, dándole una vuelta al rebaño, en Santiago de Compostela y Barcelona. No tendría yo nada que objetar, si en ambas visitas se hubiese circunscrito al ámbito de sus competencias.
Don José Ariño Caralps es uno de esos personajes peculiares que se inscriben por derecho propio en la pequeña gran historia de los pueblos. En su memoria colectiva. En sus señas de identidad. Sin renunciar nunca a su catalanidad, fue un veigueño ejemplar que se comprometió sin reservas en el desarrollo sociocultural y económico de La Vega.